El cuartel desolado de Emanuel Carnevali [traducción de Fernando García Moggia]
Emanuel Carnevali nació en Florencia, Italia, en 1897, y murió en Bazzano en 1942. Quedó huérfano de padre y madre a temprana edad y a los 16 años, con nada que perder salvo a sí mismo, partió a Nueva York, posiblemente con la idea de ser "alguien". Trabajó en lo que pudo, destacando como recepcionista, camarero y copero. Publicó un solo libro de poesía en vida, "A Hurried Man" (Un hombre apurado), en 1925, sin gran tiraje ni repercusión, además de poemas, traducciones y ensayos en revistas literarias de aquella época en donde se estaba fraguando lo que ahora conocemos por “modernismo” (en su versión anglosajona). En ese contexto fue amigo de algunos personajes que tuvieron mejor suerte: William Carlos Williams, Ezra Pound, Louis Zukofsky, entre otros. Todo lo que publicó fue escrito en inglés, lengua que tomó de contrabando y que, como es visible en sus poemas, llegó a manejar con cierta soltura irónica, tal y como el spaguetti western lo hiciera con el máximo género cinematográfico estadounidense, el western, en la década de los 70: ¿Podríamos hablar, para el caso, de un “modernismo spaguetti”? Carnevali murió sin pena ni gloria en un hospital años después de su regreso a Italia, enfermo de hidrocefalia, en plena segunda guerra. El poema que presentamos es de aquella época agonizante, y forma parte de un libro póstumo llamado "Furnished rooms". Visto en retrospectiva, su poesía, con un pie en la tradición italiana y con otro en la estadounidense, parece habitar ese “nowhereland” que es la literatura de migración, caracterizada –y en eso, al menos, no está solo– por una experiencia de desarraigo total.
EL CUARTEL DESOLADO
1-. Himno del hombre enfermo
El hospital espera:Yo, hoy, Tú, mañana;
cinco días, diez días, un mes,
seis meses, un año, diez años:
¿cuánta vida les has dado al hospital?
Oh, las largas horas que Dios roba
de la vida del hombre.
Oh, las queridas y preciosas horas
que Dios desperdicia.
Tumores, piernas rotas, lunares cancerígenos,
abscesos, huesos horriblemente chuecos,
raquitismo, rostros pálidos y chupados,
eczema, roña, salpullidos:
oh, qué gracioso, simpático, amable pintor y escultor
es Dios.
Gritos, bramidos, saltos y piruetas epilépticas:
oh, qué simpático, amable, gracioso viejo Director de Circo
es Dios.
Te burlas de nosotros con tu sol
que no nos abriga,
nosotros, que temblamos de fiebre.
La amable luna que no vemos,
nosotros, los ciegos.
El pasto verde que nuestras piernas rotas no pisan.
Los días y las noches saltando detrás
(oh, esos hermosos saltimbanquis)
mientras yacemos postrados
en el odio.
Hablo de ti pero quién eres y quién te conoce:
eres una promesa demasiado lejana y tenemos que estar muertos
para poder verte.
Dices que eres la luz al centro de nuestra alma
pero yo sé que en nuestra alma no hay más que sucia oscuridad
y miedo a la muerte.
Deberíamos esparcir sobre tu mundo nuestro pus,
nuestra podredumbre:
deja que todas las flores se marchiten
¡A quién le importa!
La tierra está seca para nosotros
y desde los cientos de lugares miserables,
como un himno monstruoso,
emana el miasma que eres TÚ.
Haz escondido tu promesa bajo la oscuridad de la muerte.
Actúas de mala fe, ¡Oh, Dios!
Tú no eres bueno.
Dios, danos esta noche el descanso,
danos esta noche el sueño.
Deja que la sofisticada Dama duerma, abrázanos.
Deja que el sueño nos visite, deshazte
de sus miles y pequeños enemigos.
Deja que nuestras sucias y sedientas heridas se sofoquen.
Deja que el dolor nos toque en la cabeza
una tremenda canción de cuna.
2-. El Doctor
Muy elegantea pesar de la edad
tiene suficiente calor
en su corazón
para abrazar a una mujer
y suspirar
en sus oídos
los impactantes
pequeños misterios
del amor.
La muerte de su esposa
veló su rostro
aunque sólo por un tiempo:
ahora, su sarcástica y larga risa
asoma victoriosa
de nuevo.
Él se erige
como un viejo Apolo.
Su voz es
un tanto obstinada.
Su sonrisa,
un tanto confusa.
Su vida es
un baile de operaciones.
Con sus instrumentos cromados
ocultos en el delantal
baila sobre Bazzano.
Salta y aletea
sobre Bazzano.
Sabe que la enfermedad
es un capricho de Dios.
3-. Las monjas católicas
Las monjas parecen largas mariposas.En la oscuridad de los pasillos
la revuelven
como una lúgubre promesa.
Se les nota la esterilidad en la cara:
manzanas verdes pudriéndose en el suelo.
Manzanas verdes con un gusano adentro
saciándose de castidad.
Le dije a la hermana Clara: Tú dices que tu Dios es justo:
por qué entonces sufren los niños y los bondadosos.
“A causa del pecado original”, dijo ella.
Le dije a la hermana Clara:
Por qué Adán fue puesto en la tierra si Dios sabía
de antemano que iba a pecar. “Eso es
materia filosófica. Pregúntele a nuestro sacerdote”, dijo
la monja Clara.
Le dije a la hermana Juana: Te amo. “Si es verdad,
le diré a la madre superiora”. No, es mentira, le dije.
por qué entonces sufren los niños y los bondadosos.
“A causa del pecado original”, dijo ella.
Le dije a la hermana Clara:
Por qué Adán fue puesto en la tierra si Dios sabía
de antemano que iba a pecar. “Eso es
materia filosófica. Pregúntele a nuestro sacerdote”, dijo
la monja Clara.
Le dije a la hermana Juana: Te amo. “Si es verdad,
le diré a la madre superiora”. No, es mentira, le dije.
4-. Morfina
Miré dentro de un mundo cercanopoblado de imágenes mutiladas.
Las nubes de una ira tempestuosa
navegaron lentamente hacia mí.
En estas nubes se diseminaron
en desorden
los gnomos del insomnio,
intérpretes de una comedia tediosa.
Los brazos colgaban y se soltaban
de sus enchufes
y las piernas tenían su propia voluntad.
Con la espada centelleante de mis ojos abiertos
me abrí un camino entre los gnomos
que atacaban mi cabeza –una fortaleza rendida.
Había un tambaleo, una vacilación,
y luego los gnomos navegaron hacia el infinito
sobre una franja de luz.
Volvieron, trajeron para mí
valiosas noticias del más allá.
Yo naufragaba en duermevela.
5-. Señales de la edad
Por el pelopatina la peineta:
rápido, rápido.
6-. Canción
Déjame buscar mi corazón:quizá se halle en la cima de un manzano, las manzanas
que solía robar de niño, ¿que yo debería encontrar?
Déjame encontrar mi corazón:
quizá se halle en las rocas de la Ponente Riviera
en un hoyo azul y oscuro
junto a un pulpo diminuto, ¿que yo debería encontrar?
Déjame buscar mi corazón:
quizá se halle a los pies de un rascacielos, pisoteado
por un millón de transeúntes, ¿que yo debería encontrar?
Déjame encontrar mi corazón:
quizá se halle en el pecho de mi amorcito, ¿que yo debería
encontrar?
¡Abran ese pecho sin piedad y déjennos ver!
Déjame buscar mi corazón:
quizá se halle apretujado entre dos hojas de un libro que
¿yo debería encontrar?
¡Debe estar hecho papilla ahí dentro!
Déjame encontrar mi corazón:
mi corazón se perdió en unas nubes que parecen princesas
a caballo. La brisa del alto cielo lo refresca
y carga dulces nombres para él.
7-. Bajón
Los días caen sobre mí como una tonelada de humo.Las cosas ya consumadas:
cadáveres que saturan con su hedor
las grises habitaciones de mi memoria.
El futuro es una serie de
niños que nacen muertos.
La piscina del olvido está turbia.
Solo lentos recuerdos
recorren la carretera del presente. Un cielo gris
para despertarme a ratos.
Pero el triste sueño es el programa de hoy:
el sueño que se desprende del corazón
como un gas negro.
Yo sé
que por haber dormido demasiado
la muerte se ha hecho más fuerte.
En días como estos
ellos patean hasta abrir sus tumbas
y saltan hacia afuera con elegancia.
Susurran horribles secretos entre ellos
y también a mí.
Llevan consigo sus mortajas y
las sacuden con coraje.
Oh, Diosa del pesar y la melancolía
¡Ven y ayúdame!
Aun guardo besos marchitos para ti,
besos que no quiero botar pues soy muy pobre.
Escóndeme lejos de mis recuerdos.
Ellos me molestaron hasta que el sueño aleteó y se fue,
aleteó
y se fue volando.
aleteó
y se fue volando.
8-. El poeta parlanchín sigue una procesión católica.
De Profundis clamavi ad Te DomineA la salida de una insondable y profunda gruta
aparece un cuerpo blanco.
Dice: “Yo he vivido bajo el mar,
el temblor de la navegación llegó a mi cuerpo yacente”
Domine exaudi vocem meam.
Sauces llorones rezan en medio del aire crepuscular:
“Nosotros, los amigos tristes de los árboles,
pagamos el peaje con nuestras lágrimas.
El agua corre apurada
pero no olvida besar
nuestro pelo.
Rezamos esta noche por Grace, nuestra amiga,
para que se acerque a los árboles, y por nuestras cabezas gachas.”
Si iniquitates observaveris, Domine, Domine quis sustenebit.
Sodoma está ardiendo.
Sobre su perfil filoso
han puesto una corona de fuego.
De la mano estrecha del Destino,
sobre la ciudad,
se sostiene un bebé.
Mañana lo encontrarán entre brasas y cenizas.
Y lejos, lejos lo llevarán
a la tierra de los ríos de plata.
Quia apud Te propitiatio est; et propter legem tuam sustinui Te Domine.
Los diplomáticos y los abogados están cenando:
robo, violación, trata de blancas, etc., etc.,
estos son los frutos sobre su mesa.
Se envenenan con avidez y tiran
el carozo desnudo a la basura.
Los tiran a los campos vecinos
del periodismo, para que lo periodistas coman.
Et ipse redimet Israel ex omnibus iniquitatibus ejus.
La redención de Israel se ha cumplido
y las iniquidades se han diseminado
como pequeños sapos en una noche húmeda de verano.
Et lux perpetua luceat eis.
Las hojas del olivo refrescan el espectáculo del cielo en llamas.
9-. Dolce Cuore
(Cuando dices “Dolce” él responde “Cuore”, cuyas dos palabras son el comienzo de un orgasmo que dice así: “Dolce Cuore del mio Gesu, fa ch’io t’ami sempre piu”: Dulce corazón de mi Jesús, hazme amarte siempre más)Este viejo baboso,
esta masa de carne irresponsable,
esta guerra ridícula contra la vejez:
este hombre es religioso.
Es religioso como un bicho
que contempla el océano
y piensa en cruzarlo;
como un perro lengüeteando leche de un pocillo
de oro inmaculado;
como una mariposa de alas sucias;
como un trapo para limpiar la maquinaria;
como un oso recogiendo margaritas;
como baba en una cuchara de plata.
Trató de llevar una vida santa:
comiendo basura y durmiendo en el suelo,
incluso comiendo carne de perro.
Este último día santo.
Cuando llegó al hospital dijo:
“¿Yo voy debajo de esas sábanas limpias? ¿Y puedo ensuciarlas?
¡Qué le voy a hacer!”.
La pureza de la lencería lo deslumbró.
Este gran sapo aturdido por la luz repentina.
Comió con tal avidez que fue atacado
por una tremenda diarrea,
40° de fiebre y la certeza de que iría a morir.
Quiso entonces abandonar Bazzano al instante,
dejar sus huesos descansando en sus montañas nativas.
¿O tendría que decir su estercolero nativo?
Ni siquiera podía soportar la presencia de cierta enfermera
que lo exasperaba al nalguearlo
descorriendo el velo de sus vergüenzas
frente a extraños.
Esa horrible y casta Diana.
Siempre ansioso por temor a perder
la estima de las monjas.
Este pequeño muchacho azul de ochenta años.
Su vida ha sido un peregrinaje:
viajó veinte veces a Loretto
y a Roma donde casi logró hablar con el Papa.
Su tufo a santidad.
Se la pasó
cuidando a sus gallinas y entrando en la muchedumbre.
Este cuidadoso dueño de casa.
En los veranos arrendaba su hogar a ciertos señoritos,
pero su hermana tenía que venir y limpiar
un poco.
Entonces vivió la vida de los pájaros en las ramas.
Este pequeño y baboso pájaro.
Una vez la enfermera dejó caer dos pedazos de pan
que él encontró dentro de la olla sobre el mesón
y los recogió exclamando:
“¡Mejor quemado que perdido!”
Este ilustre economista.
Oh, dolce, dolce!
“Cuore, Cuore!”
SORROW’S HEADQUARTERS
To Eric Hjorth and Mitchell Dawson
1- Sick Man’s Hymn
The hospital waits:I, today, You, tomorrow;
five days, ten days, a month,
six months, a year, ten years;
How much of life have you given the hospital?
Oh, the long hours God steals
from a man’s life.
Oh, the dear precious hours
God throws away.
Tumors, broken legs, cancers in the face,
abscesses, bones horribly prominent,
thinness, consumption-sucked faces,
eczema, scabs, eruptions,
Oh, what a funny, happy, gay sculptor and painter
is God!
Yells, roars, jumps and somersaults of epileptics,
Oh, what a happy, gay, funny old Circus Director
is God!
You mock us with your sun
that doesn’t warm us,
we, trembling with fever.
With the kind moon we do but see,
we, the blind.
With the green earth our broken legs cannot tread.
With the days and the nights
skipping past us,
(oh, such beautiful dancers)
while we lie helpless and angry.
I talk of you but who are you and who knows you;
you are too distant a promise and we must be dead
in order to see you.
You say you are the light in the midst of our souls,
but I know that in our souls there is only filthy darkness
and the fear of death.
We shall cast over your world our pus and putrefaction:
let all the flowers be stifled,
What do we care?
The earth is decay to us
an from millions of stinking places
like a monstrous anthem
arises the miasm that is YOU.
You have hidden your promise under the darkness of death.
You’re in bad faith, O, God!
You’re no good.
God, give us tonight our rest,
give us tonight our sleep;
let sleep the sophisticated Lady, embrace us.
Let sleep come, slay her thousand
little enemies.
Let our filthy thirsty wounds be quenched,
let pain knock at our head
a tremendous lullaby.
2- The Doctor
Very elegantin spite of age
finds enough warmth
in the heart
to embrace woman
and whisper
in her ears
shocking and thrilling
little mysteries of love.
His wife’s death
veiled his face,
but that was
for a while:
Now, his sarcastic but large laugh
is victorious again.
He is erect
like Apollo Senior.
His voice is
a kind obstinacy.
His smile is
a little muddled.
His life is
a dance of operations.
With his nickel-plated instruments
hidden under his coat,
he dances over Bazzano.
He skips and flutters
over Bazzano,
knowing that sickness
is a whim of God.
3- The Catholic Sisters
The sisters seem large butterflies.In the darkness of corridors
they stir,
like a lugubrious promise.
Their faces show their barrenness;
green apples left to rot on the ground,
green apples with the worm
of satiated chastity in them.
I told Sister Claire: You say your God is just:
Why then the torture of infants and of the just.
“Because of the original sin” she said.
I told Sister Claire:
Why was Adam put into the world when God knew
beforehand that he was going to sin. “That is
A matter of philosophy. Ask our priest!” Thus Sister Claire.
I told Sister Joan: I love you. “If it’s true I’ll
tell the mother superior.” No, it isn´t true, I said.
4- Morphine
I stared into a near worldpopulated with mutilated images.
The clouds of a tempestuous rage
subdued, sail slowly toward me.
An in these clouds scattered
disorderly,
the gnomes of sleepiness
play a dreary comedy.
Arms dangled and were loosened
from their sockets
and the legs had a will of their own.
With the scintillating sword of my open eyes
I opened me a way among the gnomes of sleepiness
that attacked my hear – an undefended fortress.
There was a wavering, a hesitation,
and then the gnomes sailed away to the infinite
over a shaft of sunlight.
They came back, having brought
news of me to the infinite,
and I was rocked again to desultory sleep.
5- A Warning from Age
Through my hairthe comb passes
quickly, quickly.
6- Song
Let me look for my heart:is it perhaps in the top of an apple tree, the apples of
which I used to steal as a child, that I shall fin it?
Let me find my heart:
is it perhaps on the rocks of the Ponente Riviera
in a dark blue hole,
together with a tiny octopus, that I shall find it?
Let me look for my heart:
is it perhaps at the foot of a skyscraper, trampled upon
by a million people, that I shall find it?
Let me find my heart:
is it perhaps in the bosom of my bellowed, that I shall find it?
Cut open that breast pitilessly and let us see!
Let me look for my heart:
is it perhaps squeezed between two pages of a book that
I shall find it?
What a miserable state it must be in!
Let me find my heart:
my heart has lost itself in clouds that resemble princesses
on horseback. The breezes of the upper skies cool
it and they carry on their backs sweet names for it.
7- In Grey
The day weighs upon me like a ton of smoke.Things already done are
cadavers filling with stench
the grey rooms of my memories.
The future is a series of
still-born children.
The pool of oblivion is muddy.
Only slow-marching memories
come along the road of today. Grey sky
to awaken me momentarily.
But dismal sleep is today’s program:
sleep that rises out of the heart
like black gas.
I know
that for having slept much
the dead have grown strong.
On days as these
they kick open their graves
and skip elegantly out.
They whisper horrible secrets
to each other and to me.
They carry their shrouds and
shake them valiantly.
O Goddess of dismay and melancholy
come to my help!
I still have withered kisses for you,
kisses I don’t want to throw away for I’m very poor,
cleave me away from my memories.
They bother me so that sleep flirts and flees,
flirts and flees.
8- The talkative Poet follows a Catholic Procession
De Profundis clamavi ad Te DomineOut of an inscrutably deep grotto
comes a white body.
He speaks: “I have lived under the sea
The tremor of the surf reached my supine body.”
Domine exaudi vocem meam.
Weeping willows murmuring in the sunset fragrance
“We, the sorrowing friends of the trees
pay with our tears the toll.
the passing water is hurried,
but can´t forget to kiss
our hair.
We murmur tonight for Grace is near
for the trees our friend and for our bending heads.”
Si iniquitates observaveris, Domine, Domine quis sustenebit.
Sodom is burning.
Over its jagged profile
a crown of flame is set.
By the thin hand of Fate
a baby is held
over the city.
Tomorrow in the ashes and cinders they shall find it.
And they shall carry it away
to the land of silver rivers.
Quia apud Te propitiatio est; et propter legem tuam sustinui Te Domine.
Diplomats and lawyer are at a dinner:
theft, raping, white slavery etc., etc.,
these are the fruits upon their tables.
They poison themselves with gusto and throw away the core of the fruits.
They throw it in the nearby fields
of journalism, for the journalists to eat.
Et ipse redimet Israel ex omnibus iniquitatibus ejus.
Israel’s redemption is accomplished.
And the iniquities are scattered about
like small toads on a humid summer night.
Et lux perpetua luceat eis.
Evergreens cool the hot scene of a heaven aflame.
theft, raping, white slavery etc., etc.,
these are the fruits upon their tables.
They poison themselves with gusto and throw away the core of the fruits.
They throw it in the nearby fields
of journalism, for the journalists to eat.
Et ipse redimet Israel ex omnibus iniquitatibus ejus.
Israel’s redemption is accomplished.
And the iniquities are scattered about
like small toads on a humid summer night.
Et lux perpetua luceat eis.
Evergreens cool the hot scene of a heaven aflame.
9- Dolce Cuore
(When you say “Dolce” to him he answers “Cuore” which two words are the beginning of an ejaculation thus: “Dolce Cuore del mio Gesu, fa ch’io t’ami sempre piu” “Sweet heart of my Jesus, make me love you ever more!”)This slimy old man
this mass of irresponsible flesh,
this ridiculous warrior against old age,
this man is religious.
He is religious like a bug
that contemplates the ocean
and thinks of crossing it;
like a dog lapping up milk from a bowl
of untouched gold;
like a dirty-winged butterfly;
like lace used for cleaning machinery;
like a bear picking daisies,
like slime on silver spoon.
He tries to live a saint’s life:
eating rubbish and sleeping on the ground
eating even dog.
This latest day saint.
When he came to the hospital he said:
“Me go under those clean sheets and soil them?
Nothing doing!”
The candor of lingerie dazzled him,
this big toad bewildered by sudden light.
He ate with such avidity that he was struck
by a tremendous colic,
with a forty fever and certainty that he would die.
He wanted then lo leave Bazzano immediately
to have his bones at rest over his native mountain.
Or was it native dunghill?
He cannot stand even the presence of a certain nurse
that exasperates him spanking him
and lifting the curtains that cover his shames
in front of strangers.
This horribly chaste Diana.
He is always in anxiety for fear of losing the
esteem of the sisters.
This little boy blue of eighty.
His life has been a pilgrimage:
he went twenty times to Loretto
and to Rome where he almost spoke with pope.
He stinks of sanctity.
He passes his life
between caring for his chickens and going to mass.
This careful housewife.
In the summer he rents his house to gentlemen
but his sister must come and rake up his house
a little.
He, then, lives the life of a bird in the woods.
This slimy little bird.
Once a nurse dropped two pieces of bread
he had found on the night-table into the pot
and he picked up the bread exclaiming:
“Rather burst than waste!”
This illustrious economist.
Oh, dolce, dolce!
“Cuore, Cuore!”
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